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INSUFICIENCIA RENAL EN GATOS
11 de febrero 2019

22 agosto 2019

INSUFICIENCIA RENAL EN GATOS

Conoce más sobre la insuficiencia renal gatuna, sus causas, precauciones a tomar, diagnóstico y tratamiento.

La principal función de los riñones es filtrar los residuos de la sangre y eliminar las toxinas por medio de la orina. Cualquier irregularidad en este órgano puede desencadenar numerosos problemas de salud como una baja concentración de potasio,  retención de contenidos ácidos en el cuerpo, hipertensión o anemia.

¿QUÉ ES LA INSUFICIENCIA RENAL Y COMO AFECTA A UN GATO?

La insuficiencia renal es una enfermedad silenciosa, de progresión lenta, que suele presentar síntomas tiempo después de que el riñón comienza a fallar.

Existen dos tipos de deficiencia renal en gatos:

Insuficiencia renal aguda: se produce debido a un repentino daño en los riñones que hace que dejen de funcionar correctamente. Este daño se ocasiona por medio de infecciones o por la ingesta de toxinas presentes en alimentos o en el ambiente. En algunos casos este tipo de daños pueden ser reversibles con el tratamiento médico adecuado.

Insuficiencia renal crónica: es una enfermedad progresiva que tiene diversas causas como infecciones, cáncer, exposición a sustancias tóxicas, cálculos urinarios, aunque es muy frecuente que la causa sea desconocida.

El fallo crónico de los riñones puede afectar a cualquier gato. Sin embargo, es más probable la padezcan los mininos de edad mediana o avanzada. Es común que una mascota entre 8 y 10 años  sufra de esta dolencia.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO 

La única manera en la que se puede diagnosticar esta enfermedad es por medio de análisis de sangre, orina, Rx o ecografía. Con estos exámenes se puede determinar si el riñón está fallando, eliminando mucha agua del cuerpo, perdiendo proteínas por la orina y acumulando sustancias de desecho en el cuerpo.

Debido a que la cantidad de toxinas presentes en la sangre pueden desencadenar una reacción que afecte a otros órganos y sistemas, el análisis de sangre nos ayuda a comprobar que otros órganos vitales y zonas no hayan sido afectados.

El tratamiento de esta enfermedad puede ser efectivo si se logra identificar cual es  la causa concreta que está produciendo el fallo en los riñones, se aplicarán tratamientos para la causa, en concreto. Sería el caso, por ejemplo, de una infección de riñón.

Desgraciadamente, en la mayoría de los gatos, no es posible averiguar cuál es el detonante de la enfermedad, por lo que solo podemos guiarnos a través de la sintomatología.

Es habitual que un gatito con esta enfermedad precise, en un principio, una terapia de fluidos por vía intravenosa para disminuir los efectos de la deshidratación y problemas con el nivel de electrolitos.

Cuando se consigue que el animalito esté estable, todos los recursos se concentrarán en perseguir que la función renal se mantenga y no haya complicaciones.

El gato tendrá que ser vigilado y sometido a chequeos continuos: toma de tensión arterial y análisis de sangre y orina. Así se podrán paliar las complicaciones que pueden presentarse como: anemia, potasio bajo, fósforo alto, infección de orina y tensión arterial elevada.

Otras formas para prevenir la enfermedad son: darle alimento húmedo y permitir que tenga agua fresca y corriente siempre a disposición, ofrecerle pequeñas cantidades de comida de forma frecuente en lugar de servirle grandes cantidades una o dos veces al día.

Si le das comida húmeda, puedes calentarla en el microondas para que libere su aroma y tenga una textura más suave. Recuerda que nunca debes servirle a tu gato la comida caliente, solo tibia. Si utilizas comida seca,  humedécela un poco con agua templada.

Visítanos en nuestro hospital te podemos ayudar ya que contamos con todas las herramientas para diagnosticar y manejar estas afecciones.

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